Cierto es que el lector no deja de ver
con buenos ojos que la obra de Félix Francisco Casanova vuelva a
estar en circulación, sobre todo la poética, que permanecía sin
reedición desde 1990, cuando Hiperión reunió el núcleo importante
de su poesía en el volumen La memoria olvidada. Sin embargo,
cuando uno se acerca a comprobar el resultado de lo que se ha
anunciado a bombo y platillo como obra completa de Félix Francisco
Casanova espera no solo, al fin, una propuesta crítica, de la que
adolece una vez más la edición de Demipage, sino una búsqueda en
la totalidad de la obra del autor.
Aunque la mayor parte de lo
publicado por Casanova se puede encontrar en el libro recientemente
editado, lo cierto es que para quien haya indagado un poco será fácil reconocer que no ha habido una
búsqueda profunda. De este modo, se
ofrecen los libros póstumos Cuello de botella y Los
botones de la piel, con la
intervención de Félix Casanova de Ayala, pero no se busca en la
prensa para ubicar algunos poemas en su orden original. Tal es así,
que por ejemplo el catorce de mayo de 1972, en el periódico El Día,
concretamente en su suplemento Tagoror Literario, aparecen con el
título “De la suite zafre” tres poemas que se intuyen concebidos
como una unidad que se rompe en Cuello de botella. Así
sucede con otros textos que también se publicaron en la prensa
durante los primeros años de la década de 1970. ¿Qué motivo lleva
al editor de la Obra completa a no ofrecer estas variaciones? Me
pregunto si es el desconocimiento lo que ha llevado a preparar una
edición que parece más un corta y pega de lo ya editado que un intento de ofrecer de forma casi definitiva y seria una visión
crítica y global de la obra de Félix Francisco Casanova.
No se
comprende el motivo por el que no aparece el texto que se
encuentra en la contracubierta de la primera edición de la obra,
realizada por la Caja de Ahorros de Santa Cruz de Tenerife, donde el propio autor trata de dar
una especie de justificación de la novela, cuestión no solo útil
sino fundamental para comprender el pensamiento creativo de Casanova:
“Estas son algunas de las cosas
que viví e imaginé durante cuarenta días del verano del 74, y no
estarían en sus manos si no fuera por eso que llamamos
«literatura». El resultado del juego no tengo la menor idea de cuál
es. En cierto modo puede que sean las aventuras de un extraño
individuo que no dudo que sea un trozo de mí. Ahora, solo unos meses
después de la gestación, no recuerdo exactamente los motivos que me
impulsaron a escribir esos folios y no ratifico algunas de las ideas
que quizá expresé. Lo que sí recuerdo es que intenté aniquilar a
cualquier bicho viviente, mito, institución o moralidad que cayese
en mis manos […]”.
Tampoco se entiende el criterio
de selección de once poemas no incluidos en libro por encima de
otros, de tal forma que parece que se han incluido los textos que se
han ido encontrando por sorpresa. Porque es muy
sencillo acceder, por ejemplo, a la colaboración “Vientos
salvajes” de Casanova en la revista Fablas en el número 24 (1971)
y que no está incluida en la obra completa o a “Lactancia del
paucifloro feliz", publicada en El Día, concretamente en Letras
Canarias, el 9 de diciembre de 1972. Precisamente la selección de
estos once poemas no aparecidos en libro comienza en dicho año. ¿Qué
criterio se ha seguido para incluir unos y no otros? No se sabe
porque no se explica.
Y no se han incluido los
textos Hovno, excepto el «Manifiesto Hovno», lo que deja bastante
mermadas las obras completas. ¿Por qué sí Cuello de Botella o Los botones de la piel, que fueron escritos en colaboración y no los
textos del Grupo Hovno, que se escribieron mediante el mismo sistema? No se sabe
porque no se explica y es ahí donde se notan las carencias de una
edición que no se interesa por ofrecer de verdad la figura del
autor valorándola en su contexto literario (Canarias, década de
1970) y en su propuesta creativa dentro de ese contexto.
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